El colectivo PKMN acaba de ser premiado en la convocatoria internacional Project Space 2012 Amsterdam por su propuesta «Analogical Smart Cities». «Analogical Smart Cities» propone una conversión analógica a escala real de las herramientas digitales utilizadas para la visibilización de la información asociada al diseño y gestión de los espacios públicos de la ciudad, mediante su grafiado físico sobre los elementos a los que hace referencia por parte de los propios ciudadanos.

Es un hecho que la facilidad que tenemos actualmente de acceder en tiempo real a un nivel de información cada vez más elevado, ha modificado nuestra manera de hacer muchas cosas cotidianas, desde cómo nos  relacionamos con otras personas hasta cómo hacemos la compra.

Paradójicamente, la falta de transparencia en la información asociada a muchas otras cuestiones, que también nos afectan de manera cotidiana, ha perpetuado el carácter exclusivo, restringido y centralizado de procesos que deberían ser de interés general. Así ocurre con el diseño, evaluación y gestión de los espacios públicos de nuestras ciudades.

Las expectativas despertadas a raíz de una creciente especulación con el concepto de Smart City, resultan esperanzadoras como promesa de una construcción más participativa de la ciudad a la vez que generan una cierta frustración derivada, tanto de la dificultad de expertización tecnológica necesaria para su desarrollo efectivo, como de la ausencia de un impacto visible sobre el paisaje de las ciudades, de una visibilización de los efectos de la reflexión y acción crítica y colectiva que se presuponen derivados de su aplicación.

«Analogical Smart Cities» genera así una expertización del ciudadano mediante su familiarización con el lenguaje técnico de codificación y representación de datos así como un desarrollo de su capacidad crítica y propositiva para posibilitar su participación activa en los procesos de evaluación y toma de decisiones asociados al espacio público de su ciudad.

«Analogical Smart Cities» hace posible que los ciudadanos puedan evaluar de manera objetiva y precisa los espacios públicos de su ciudad e incluso que estos sean capaces de hacer una clasificación de los mismos en relación a su rendimiento o efectividad en respuesta a algunas consideraciones técnicas a las que previamente no tendrían acceso como por ejemplo:

¿Cuál es el nivel de ruido ambiental en una calle en hora punta?
¿Cómo cambia la posición de las sombras de los árboles en una plaza durante un día?
¿Cuáles son los patrones, flujos de circulación e intensidad de uso en un espacio público?
¿Cuál es el nivel de consumo energético necesario para el alumbrado de una avenida durante un año?
¿Cuál es el nivel de emisiones de CO2 debido al uso de un determinado material en la pavimentación de una calle?

Fuente: Wonderland, Plataforma para arquitectos europeos