Por Alma Noblía.

La escultora Laura Lio ha obtenido una beca de residencia en la Fundación Bogliasco de Génova (Italia) para realizar un proyecto de obras sobre papel titulado “Mapa de ecos”. La residencia tendrá lugar entre el 15 de marzo y el 15 de abril de 2013.

Laura Lio, «Conjunto de esculturas de adobe y mimbre» (2009). 207 x 400 x 400 cm. (el conjunto de las tres). Cortesía de la artista.

La artista, nacida en Buenos Aires en 1967, reside en Madrid desde 1990, donde ha llevado a cabo una constante formación. Prueba de ello es que en el 2011 realizó el Máster en Investigación y Prácticas Artísticas y Visuales, en la UCLM, finalizando su Tesis Doctoral tan sólo un año después en la misma Universidad.

La excelencia en su trabajo está avalada por las Instituciones que acogen sus dibujos y esculturas: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Museo del Patio Herreriano deValladolid, Museo Municipal de Arte Contemporáneo de Madrid, Biblioteca Nacional de España, Caja Madrid, Fundación Endesa, Academia Española de Historia, Arqueología y Bellas Artes de Roma y Colección Circa XX,  Colección de Arte Contemporáneo de Unión Fenosa, entre un largo etcétera.

Esculturas: mimbre (200’7). 194 x 300 x 300 cm.,  año 2007. Colección Museo del Patio Herreriano, Valladolid. Cortesía de Laura Lío

Para sus esculturas utiliza materiales como ratán, esparto, bambú, hilo, algodón y otras fibras vegetales que baña frecuentemente en cera o escayola, siendo  la apariencia de fragilidad y ligereza su rasgo distintivo. Algunas formas como el nido, el ala o los diversos perfiles de las hojas las ha convertido en signos característicos de su trabajo.

Laura Lio, «Madera pintada, ramas y raíces» (2008). 128 x 70 x 70 y 102 x 86 x 70 cm. Cortesía de la artista.

Visitar su estudio es una experiencia muy enriquecedora. Al preguntarle cómo es el proceso que desarrolla desde la idea hasta la concreción final de una obra, afirma que esta pregunta podría responderse con una cita de Maurice Blanchot: “el punto central es la obra como origen, aquel que no es posible alcanzar, el único, sin embargo, que vale la pena alcanzar”. Asegura que en su caso el dibujo es el medio más adecuado para plasmar las imágenes que van surgiendo, siendo suficiente para ello un lápiz y un papel.

Cita a Gastón Bachelard, que explica que la imagen es anterior al pensamiento. Habita en una región que está antes del lenguaje. O en palabras de Willhelm Worringer: la imagen precede a la idea en la formación de la conciencia humana. “Si nos situamos en el plano de lo aún invisible, diferenciaría los distintos ojos: los de la mente (pensamiento), los que están detrás de la mente (el subconsciente), los físicos (la vista) y los de la piel (el tacto)”. Laura explica que además del lápiz y el papel se dibuja con toda esa cantidad de ojos.

En relación a la formación de la imagen, la línea se convierte en el medio para la visualización del proceso del pensamiento. Suponiendo que el espacio abstracto del pensamiento existe en la superficie del papel, y desde ahí se visualiza en principio una sola línea de lápiz (o de pensamiento). El arranque de una frase es el inicio de algo que empieza a aparecer. Por ello, para saber lo que uno quiere dibujar, hay que empezar a hacerlo.

«Conservo como algo importante todos mis blocks de dibujos, que para mí no son como la semilla y la planta, es decir, el dibujo en pequeño formato primero y después la escultura o el mismo dibujo en mayor escala, sino que son la semilla y la planta a la vez», añade la artista.

El ritmo interno de su trabajo puede tener algo en común con el mar y, por lo tanto, con la luna. “Siento una ola con toda su fuerza, el movimiento de un gran volumen de agua, su recorrido y su intensidad, noto que toma forma y que se desplaza hacia arriba y hacia delante, avanza y rompe en lo más alto; para después dirigirse hacia la orilla en un remanso que dura un tiempo breve. A continuación una fuerza en dirección contraria lleva ese volumen de agua mar adentro. Transcurre un tiempo y noto que la ola se vuelve a formar dentro nuestro: un torrente de imágenes empieza a ponerse en movimiento.”

 Laura Lio, «Escayola e hilos», 2005. 210 x 210 x 39 cm. Colección Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Cortesía de la artista.

La conversación se dirigió hacia temas más duros como la lucha diaria a la que tienen que enfrentarse los artistas hoy en España. Laura la describió así: “No se ve ninguna voluntad ni actitud positiva desde los políticos que están actualmente en el gobierno de atender a temas tan urgentes como son el desempleo, la sanidad, la educación y la cultura. Por mi parte he tenido que buscar otra vía para sobrevivir a través de la docencia, como profesora en la Facultad de Bellas Artes de Cuenca, pero es incierto si en un futuro mejorarán las condiciones laborales”.

Como artista plástica trabaja intensamente en el taller, tanto en esculturas como en dibujos. Tiene  varios conjuntos de obras y algunos proyectos de exposiciones en España que espera  se lleven a cabo este mismo año.

 Vista del estudio de la artista (2011). Cortesía de Laura Lio