Imagen perteneciente al video experimental La imagen arde. Cortesía de Lois Patiño.

Escribe el propio Patiño sobre el concepto de la obra:

«La imagen de un fuego ralentizado nos permite diseccionar sus movimientos, analizar sus formas fugaces, efímeras, de múltiples destellos. El fuego, que es imagen sin materia, imagen sin forma: una sucesión de destellos en el vacío de la noche. La velocidad extremadamente lenta subraya el carácter hipnótico del fuego, su capacidad de atrapar la mirada. “El fuego sólo es tiempo acelerado”, Koldo Artieda. La duración tan extensa del plano, eleva la imagen a la categoría de icono: un elemento que va más allá de su realidad concreta para representar un símbolo. Frente al fuego surge la figura humana, que entrará en una lucha cuerpo a cuerpo contra las llamas. Aquí también la ralentización subraya el carácter épico y heroico de la lucha contra los elementos naturales, el peligro que conlleva tratar de apagar un fuego que se resiste a desaparecer.

Pero La Imagen Arde, tal y como indican las citas iniciales, no fija su atención en lo que vemos en pantalla, sino en el espectador que la contempla. Nos interesa generar una reflexión sobre el modo en que recibimos las imágenes, en que éstas nos afectan, nos tocan dirá Didi-Huberman. Aquí se sitúa la película, en un juego de alteridad entre la imagen y el espectador. Entre la aparente estabilidad de una imagen de fuego (constantemente reinterpretada) y la aparente estabilidad de la conciencia del espectador (en continua mutación): es el espectador frente a la imagen en su reverberación temporal. Es el fuego devolviéndonos la mirada. La imagen de un fuego que, como un espejo, nos devuelve a nosotros mismos: es el eco del fuego lo que nos interesa.Un elemento importante es el proceso de resignificación que sufre la imagen a lo largo del tiempo de la película. Este proceso se lleva a cabo con la banda sonora. Frente a la estabilidad de la imagen del fuego, el sonido será quien establezca los mayores cambios. Así, la estructura de la película se dividirá en varias fases según varíe la banda sonora: sonido realista del fuego, abstracción electrónica, música ritual, reconstrucción sonora… o incluso el silencio. Bajo la imagen de un fuego ralentizado, estos sonidos subterráneos nos harán, como espectadores, relacionarnos de diferentes modos con la imagen, cambiarán su nivel de lectura, enriquecerán su significado.Un proyecto, por tanto, donde junto al análisis del desarrollo del fuego y su capacidad hipnótica, podremos reflexionar sobre la imagen y su experiencia temporal».

Nacido en Vigo en 1983, compaginó sus estudios de psicología en la Universidad Complutense de Madrid con los de cine en la escuela Tai. Continuó su formación de cine en la NYFA de Nueva York y en Barcelona, donde realizó el Máster de Documental de Creación en la Universidad Pompeu Fabra. Ha realizado cursos de videocreación en la Universität der Künst de Berlín bajo la tutoría de Katherin Sieverding y talleres con artistas y cineastas como Joan Jonas, Pedro Costa, Víctor Erice, José Luis Guerín o Daniel Canogar. Ha colaborado en el segundo largometraje de la directora Mercedes Álvarez, Mercado de Futuros.Sus vídeos y videoinstalaciones se han podido ver en centros de arte como la Casa Encendida (Madrid), Fundación CaixaGalicia (A Coruña), MARCO (Vigo), Fundación Luis Seoane (A Coruña)… y en festivales de cine como Locarno (Suiza), New York Film Festival (Estados Unidos), BAFICI (Argentina), Oberhausen (Alemania), Roma (Italia), Vila do Conde (Portugal), Media City (Canadá), Jihlava (República Checa), Punto de Vista, Las Palmas, Documenta Madrid… o en Rencontres Internationales París/ Berlín/ Madrid, que se desarrolló en el Centre Georges Pompidou (París), Haus der Kulturen der Welt (Berlín) y el Museo Reina Sofía (Madrid). Con su trabajo Montaña en sombra ganó un premio en el Festival de Oberhausen y en la 66º edición del Festival de Locarno recibió el premio al mejor director emergente con su largometraje Costa da Morte.

Fuentes: Lois Patiño / Festival Internacional de Cine de Roma