‘Iconos de la memoria del pintor vasco Miguel Marina’ se expone en Vizcaya

Si leemos una de las últimas entradas a su diario, podemos captar los sentimientos de Marina, un vasco extraordinario como muchos otros que tuvieron que exiliarse y vivir el resto de sus vidas con los paisajes y voces de su tierra en la pantalla de sus memorias. «Cada vez me acuerdo más de España y al mismo tiempo quiero olvidarme de ella, he vivido más de 40 años con un pie en cada océano, pero mi memoria vuelve siempre a las montañas dulces y verdes del País Vasco, y a las canciones… del Ochote Bilbaíno, a las fiestas de Santa Águeda, donde cantaba solo con voz de barítono, en las calles bilbaínas, llenas de niños que nos seguían por todas partes… Dentro de poco tendré 74 años y jamás volveré a mi querido País Vasco; por eso mis pinturas, como un espejismo gigante, son memorias de mi querido país».

miguelmarina

Miguel Marina Barredo nace en 1915 en Bilbao y se cría allí. Cuando estalla la guerra en el 36 es nombrado capitán de infantería del ejército de la República. Hace toda la guerra en el frente del norte antes refugiarse en Francia tras la caída de la República. Atraviesa el Atlántico en un barco pequeño, acompañado de otros seis refugiados vascos atracando al final en Venezuela, donde permanece un año, ganándose la vida como jugador de fútbol en una liga profesional. Bajo vigilancia del gobierno venezolano por “subversivo”, decide zarpar en otro pequeño barco hacia Miami, en compañía de un amigo. Un huracán los arroja a las costas de la República Dominicana, donde vive bajo la dictadura de Trujillo durante tres años y para escaparse de la isla se alista como fogonero en un mercante yugoslavo que llevaba víveres a Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial. En uno de esos viajes abandona el barco en Nueva York y allí conoce a la que va a ser su mujer, Madeline, y nace su hija Constance .

Empieza a pintar en Nueva York con el también exiliado Julio de Diego antes de trabajar de ayudante de José Vela Zanetti en el gran mural de la ONU. Es un pintor autodidacta y en 1959 se establece en California donde puede, por primera vez, dedicarse plenamente a la pintura.

Pinta principalmente sobre tablas de madera y aunque experimenta distintas etapas, siempre mantiene el empleo de fuertes colores primarios que recuerdan las vidrieras góticas; figuras humanas alargadas, especialmente las manos y caras, que evocan tanto figuras bizantinas y románicas al enfrentarse directamente al espectador; temas religiosos, en particular la Crucifixión, la Anunciación y la Última Cena. Las recreaciones de los paisajes de Euskadi, tienen una presencia cada vez más importante en su obra tardía con un lirismo y profunda emoción que atraviesa toda la obra realizada siempre a través del prisma de sus recuerdos y su mirada interior.

Muere mientras dormía, el 13 de diciembre de 1989.

Fuente: About Basque Country, Euskalkultura.com y miguelmariaart.com

Exposición: Iconos de la memoria del pintor vasco Miguel Marina
Sede: Ilustre Colegio de Abogados del Señorío de Bizkaia
Ciudad: Vizcaya
País: País Vasco
Fechas: Hasta el 13 de noviembre de 2015

 
 
 

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