Ángel Samblancat: «El verdadero coleccionista compra con el corazón más que con la cartera»

A. SAMBLANCAT

Exdirector de la Editorial y Galería de Arte Polígrafa Obra Gráfica de Barcelona durante 40 años y agregado a la dirección en Galería Joan Prats (Barcelona) desde su fundación. Miembro del Jurado de la Trienal de Obra Gráfica de Grenchen (Suiza), experto y consultor para ediciones de obra gráfica en Art Basel (Suiza), y miembro del Comité de Selección para Ferias Internacionales de Arte Contemporáneo, como Art Chicago (Illinois), Art Miami (Florida), Art Los Ángeles (California), ARCO (Madrid), Art Cologne (Alemania), Art Bo Bogotá (Colombia) y Art Basel/Miami Beach (Florida).

¿Cómo se trabaja desde Art Madrid para ser una feria de referencia?

En la labor desarrollada en Art Madrid la palabra clave es selección.

La selección lo es todo: el artista selecciona las obras que ha creado, aquellas que puedan tener más acogida, que se identifican más con su personalidad y que son originales con respecto a todo lo que se está creando; bastante difícil esto último, ante la dificultad actual por la fluidez en la comunicación, que hace que lo que crea un artista en España se conozca inmediatamente en Japón y viceversa, aunque también es una ventaja de la que hay que aprovecharse. Ahí está la creatividad, y a nosotros nos corresponde esa selección. La palabra clave es selección. El artista selecciona su obra, también la seleccionan las galerías que van a representarlo y que apuestan por su obra, así la labor del galerista es descubrir y apoyar esta creación y darla a conocer internacionalmente, o sea, seleccionar con rigor lo que debe defender después fuera. Y todo hay que hacerlo paso a paso sin perder de vista la meta, a dónde queremos ir, qué rumbo tomar.

¿Qué criterios predominan a la hora de la selección?

Las propuestas han de ser actuales, el artista va siempre un paso por delante, tienen que ser de vanguardia, estamos en el siglo XXI, volver a lo clásico sería caer en una tienda de cuadros no en una galería de arte. Conscientes de que nada sucede por casualidad y de que lo que hoy se hace deriva de lo que se creó ayer y no podemos ignorarlo, aceptar esas obras que marcan tendencias es también nuestra apuesta. Así la feria debe elegir lo mejor dentro de las solicitudes presentadas y tratar de mejorar siempre pensando en la calidad, la promoción y la internacionalidad, que por supuesto está en función del número de galerías que solicitan participar. La internacionalidad es un tema en el que insistimos, porque que si conseguimos traer a galerías de fuera, la feria tendrá más repercusión internacional. Es un hecho que las galerías arrastran a sus propios coleccionistas y seguidores, y en ese intercambio de comunicación entre las galerías, cuanto más internacional sea, cuantas más galerías extranjeras haya, la promoción será mayor. No digo que, en igualdad de condiciones, haya que preferir a la galería extranjera, pero casi. Porque cuanto más local sea la feria más provinciana será. Y el mundo es enorme y crece vertiginosamente.

En un momento de proliferación de nuevas ferias de arte, ¿qué papel cumplen éstas respecto a las ferias más importantes?

Históricamente nos hemos ido fijando en las nuevas ferias que surgían. Antes sólo había dos ferias importantes. Primero, la que nació en Colonia. Esa era la única feria de arte que había en el mundo. Al poco tiempo nació Basilea. La gran capacidad de convocatoria de esta feria propició la aparición de otras ferias paralelas. Este fenómeno está ocurriendo también en Miami, que comenzó con Art Miami y luego Basilea creó Art Basel/Miami Beach. Como en todas las ferias, hay condicionantes geográficos y de población que juegan un papel importante: Art Basel/Miami Beach recibe una afluencia enorme de público que se nutre precisamente de los snowbirds, que huyen del frío del norte (Chicago, Toronto, Nueva York) y tienen muchos de ellos su segunda residencia en Miami, por lo tanto acuden a la feria como también lo hacen desde América del Sur. Son muchísimos y los coleccionistas que acuden de Colombia, México o Argentina y vienen porque no solamente está Art Basel Miami Beach, sino porque hay 18 ferias más, que funcionan bastante bien aprovechando el tirón de la feria principal.

¿Y en el caso de Art Madrid?

Art Madrid también se nutre de los coleccionistas que van a ARCO y de los coleccionistas que atraen las galerías extranjeras. Además cuenta con una envidiable ubicación en la Sala de Cristal del Palacio de Cibeles, en pleno centro de Madrid, muy cerca de todos los museos importantes de la capital como el Prado, la Colección Thyssen, el Reina Sofía y CaixaForum. Es un punto de atracción para los amantes del arte y del coleccionismo, y ya sabemos que el verdadero coleccionista compra con el corazón más que con la cartera y que le gusta ver ferias que ofrecen obras interesantes.

¿Cuál es el elemento diferenciador de Art Madrid con el resto de ferias?

Art Madrid lo que tiene que hacer y hace, en medio de las otras ferias, es seguir fiel a su criterio de selección y apostar por la calidad. Es un foro donde confluyen y conviven artistas, galerías, coleccionistas y museos y que crea la confianza de que lo que expone ha pasado por una rigurosa selección, lo que hace a la feria atractiva e influyente.

Art Madrid no puede ser sino cada vez mejor en cuanto a su calidad, considerando que su tamaño no puede exceder los 50 expositores, lo que se transforma en algo positivo que permite y obliga a una mayor y mejor selección entre las galerías solicitantes y en beneficio de la calidad, además de contar con galerías extranjeras. Así su calidad y ubicación privilegiada la están transformando en una feria de referencia. La aportación de obras de Joan Miró, procedentes de la Successió Miró de Mallorca, que estarán también a la venta, añadirá en la edición de 2016 un interés muy especial y aconsejarán una imprescindible visita a amantes, aficionados y coleccionistas del mundo del arte.

Por Alma Ramas

 

 
 
 

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