NEREA UBIETO / Olalla Gómez

Cambiar todo para que cambie la raíz, por Nerea Ubieto

Me pregunto cómo sería poder guardar esos fragmentos de vida en los que nos sentimos plenos y darle al «repeate» siempre que quisiéramos. Tendríamos a nuestro alcance, una y otra vez, aquella situación que un día consideramos idílica: el mismo lugar, los medios, las personas queridas… Sin embargo, nunca sería igual porque no estaríamos viviendo el mismo tiempo. El momento original es irrecuperable e irrepetible, por ello, lo máximo a lo que se podría aspirar es a una copia exquisita que se deterioraría con el uso. Como las antiguas cintas de VHS que perdían calidad en cada nueva reproducción. El hipotético disfrute periódico de esta vivencia perfecta, acontecería diferente desde la primera repetición, porque su esencia, lleva implícita la fugacidad. Disponer de ella invariablemente significaría perder la frescura, el grado de sorpresa y, en definitiva, asfixiar poco a poco la emoción que la originó.

El filósofo danés Søren Kierkegaard consideraba la auténtica repetición como la fuente de felicidad del hombre, contrapuesta al pasado irrecuperable y al futuro incierto: «pues la esperanza es un fruto sugestivo que no sacia, el recuerdo un miserable viático que no alimenta, mas la repetición es el pan cotidiano que satisface con abundancia y bendición todas nuestras necesidades.» El pensador deseaba poder llevar a cabo aquellas acciones conocidas y amables en el presente y, sencillamente, reiterarlas para conseguir una vida cómoda. En aras de comprobar la posibilidad y límites de la repetición, viajó a Berlín por segunda vez y recorrió los mismos lugares en los que una vez sintió satisfacción. En seguida comprobó que nada era igual y que sus sentimientos habían cambiado. «Así, aburrido y desesperado, pasé como una media hora, hasta que ya no pude aguantar más y abandoné el teatro. Mi idea fija en estos angustiosos momentos era la de que no se da en absoluto ninguna repetición.» (1*)

No podemos descubrir una fórmula óptima e insistir en ella hasta la saciedad porque no tenemos el control de todos los elementos que la hicieron posible en un primer momento. Las circunstancias se modifican, el río sigue su curso y es necesario adaptarse para mantener el buen funcionamiento de las cosas. Nuestra competencia reside en someter a un examen continuo los comportamientos y estrategias que un día dieron buen resultado con el propósito de conservarlo: cambiar todo para que nada cambie. Y esto significa valorar el pasado, pensar el presente, trabajar el contexto actual y modelarlo atendiendo a sus requerimientos. Perseverar en lo que funciona, sin perder de vista su análisis, para contribuir a su enriquecimiento.

Ahora bien, ¿qué ocurre cuando, de forma sistemática, se repite un mismo modelo sin reflexionar sobre sus beneficios? ¿y si éste es desacertado desde el comienzo? Entonces la repetición sólo puede traer consecuencias negativas: conformismo, estancamiento, ceguera, ineptitud, desidia, inmovilidad. La razón de ser de la idea matriz se pierde por completo dejando paso al mero procedimiento mecánico, una acción automatizada carente de conciencia que se sigue realizando por comodidad.

Olalla Gómez evidencia, a través de esta impecable muestra, que la repetición es un arma de doble filo cuyos efectos se manifiestan por acumulación. Para bien o para mal, no es lo mismo realizar algo una sola vez que de manera obstinada. Así lo expresa la famosa frase del poeta romano Publio Ovidio Nasón, «La gota horada la piedra, no por su fuerza, sino por su constancia», la cual se ha tomado como referencia para el nombre de la exposición sustituyendo la palabra horadar por consumir, un verbo más acorde a la idiosincrasia de nuestros tiempos. El poso conceptual de esta cita, aplicado a la situación socio política actual, constituye el hilo conductor que atraviesa toda la exposición. El espectador es guiado en un recorrido que arranca con piezas más críticas y finaliza con una perspectiva esperanzadora.

La pieza La transacción consiste en una proyección que muestra simultáneamente y parejos a políticos de diferentes partidos que han formado parte de la transición; desde La Pasionaria a Rajoy, pasando por el Rey Juan Carlos o Santiago Carrillo. La artista hace una revisión crítica de nuestro pasado más reciente para entender de dónde venimos y en qué han desembocado las gestiones apresuradas. La política está al servicio de la economía -como insinúa el irónico título-, muestra de ello es la subordinación de los mandatarios a la estructura capitalista dominante. Gómez patentiza este sometimiento sistemático estableciendo un paralelismo entre el régimen político y las reglas de un juego, en este caso, «Piedra, papel y tijera». Los representantes de las distintas ideologías se enfrentan en una partida interminable que no entiende de ganadores ni posicionamientos. Su aparición es aleatoria: cada personaje tiene las mismas posibilidades de manifestarse en la derecha o en la izquierda, así como de encararse a un componente de su mismo partido o del contrario. ¿Acaso existe alguna diferencia? Eso se pregunta la ciudadanía, preocupada por la disolución de unos principios firmes y marcados en cada lado. Sin embargo, lo único que parece importar es la competición, vacía de contenido. Se ha olvidado el verdadero motivo que dio origen a la lucha, ahora sólo queda la repetición, ansiosa, hipnótica, desenfrenada, de un patrón convertido en mantra. El poder y el deseo de poder nubla la reflexión sobre la necesidad del cambio.

Como apunta el escritor José Luis Pardo, el hecho de que el juego se haya convertido en fundamental para entender problemáticas serias no es una mera coincidencia. «Va de la mano de la instalación generalizada de un nuevo régimen socioeconómico —líquido y no sólido, flexible y no rígido— en el cual, objetivamente, las fronteras entre el ocio y el trabajo, entre las clases sociales y entre los géneros, o entre lo público y lo privado se han vuelto permeables y fluidas», pero no en un sentido positivo, sino mostrando «el rostro infernal de la flexibilidad, la adaptabilidad y la movilidad: el juego ha sido tan colonizado por los mismos que privatizaron y mercantilizaron el espacio público que lo que hoy es legítimo es dudar de su potencial revolucionario, y de las capacidades críticas de un discurso ampliamente fagocitado por sus enemigos.» (2*)

Sobre las propiedades del sistema político habla la obra El estado de las cosas, una instalación conformada por nueve urnas electorales, organizadas en grupos de tres, que contienen los elementos protagonistas del juego anterior: una piedra, un papel y una tijera. Para tratar los conceptos de cambio y permanencia, la artista propone una secuencia en la que el trío de objetos se transforma dos veces atendiendo, según el caso, a la forma o a la materia, correspondiéndose esta última con la esencia y la anterior con la apariencia. Así, las tres primeras urnas contienen una piedra, un papel y una tijera reales; las segundas, un objeto de metal con forma de piedra, uno de piedra con forma de folio y otro de papel con forma de tijeras; las terceras alojan un elemento de plastilina con aspecto de piedra, uno de tela con aspecto de hoja de papel y otro de madera con aspecto de tijera. El primer grupo representa las cosas tal y como están, la realidad de una política encorsetada en la que el resultado de las urnas es fácil de pronosticar. El conjunto situado en el medio muestra las falsas promesas de unos partidos que aseguran grandes cambios para acabar recurriendo a las mismas estrategias, pero disfrazadas. Se trata de un cambio lampedusiano: aquel que traza un círculo y vuelve a colocar las cosas en su punto de inicio. Gómez identifica la situación descrita en el libro El Gatopardo de Guiusepe Tomasi di Lampedusa -en la que se aborda el paso de la aristocracia a la burguesía siciliana del siglo XIX- con la coyuntura actual, donde los relevos bipartidistas conducen siempre a lugares demasiado parecidos.

«¿Para qué tenía que suceder? ¿Y qué ocurriría entonces? ¡Bah! Negociaciones punteadas con inocuos tiros de fusil, y luego todo seguirá lo mismo, pero todo estará cambiado. (…) Sucederían muchas cosas, pero todo habría sido una comedia, una ruidosa y romántica comedia con alguna manchita de sangre sobre el bufonesco disfraz.» (3*)

Esta transformación engañosa queda simbolizada en la segunda secuencia mediante el intercambio de materiales entre los elementos: parece que ha habido un cambio, pero las esencias siguen siendo las mismas (mineral, papel y metal). De igual manera, los discursos puede aparentar ser diferentes en la boca de políticos opuestos, sin embargo, el fondo de la cuestión permanece intacto. En el último grupo se produce un cambio real, proyectando una visión optimista del porvenir. Los elementos están hechos de materiales completamente distintos, lo cual permite al espectador vislumbrar un desacoplamiento, una alteración en la raíz a partir de la cual poder crecer fuertes y sanos. La forma es la peculiaridad que todavía persiste, pero tan sólo como reminiscencia de un pasado del que al fin se ha emancipado.

A partir de este tercer conjunto se plantean reflexiones infinitas, empezando por el hecho de pertenecer a una sucesión de temporalidades en las que esta implícito el movimiento. La secuencia remite a la oposición entre «ser» y «devenir», donde el «ser» parece referirse a los puntos de presencia actual en reposo y el «devenir» al movimiento mismo en cuanto a que se sitúa entre esos puntos. Estas marcas de detención del movimiento se corresponden con los objetos, pero, ¿qué es lo que ha ocurrido en el proceso de cambio? En este caso parece como si la relación de circularidad temporal entre el acto y la potencia aristotélica hubiera dejado paso a la concepción deleuziana donde la potencia adquiere su propia entidad. «La potencia en el sentido aristotélico está concebida en virtud del acto y por ello es tan actual como el acto mismo. Sin embargo, Deleuze dibuja un escenario donde la potencia se ha independizado por completo de lo actual y ha dejado de tomarlo como referencia.» (4*) Mediante esta ruptura final, Gómez propone la única manera de imaginar, de liberar la mente, de transitar de lo actual a lo potencial, es decir, desde las relaciones de anterioridad y posterioridad, ancladas en los cuerpos, hacia unas relaciones ideales que ya no tengan una relación directa con el presente. Se invierte así la causalidad platónica donde lo ideal (causa) es motivo de lo corporal (efecto), para proponer al cuerpo como desencadenante de lo ideal, de lo imaginativo, de los mundos posibles.

Dejando a un lado las posibilidades mentales, interminables y potencialmente muy complejas, que ofrece esta pieza, a nivel visual abre dos caminos muy directos: uno pesimista, relacionado con la repetición maquinal que experimentamos en la actualidad y otro positivo, en la que la se apela al pueblo, a través de la urna, para que con sus votos se consiga cesar la inercia adquirida. La visión negativa enlaza con la pieza Al límite, una serie de collages que representan los tres periódicos españoles más conocidos –El Mundo, El País y La Razón-, pero desprovistos de cualquier contenido. Las paginas en blanco están realizadas a partir de la repetición de sus propios márgenes para negar o limitar su desinformación. La artista se apropia de estrategia utilizada por los medios de comunicación, eliminar el contenido censurando la información, y deja tan sólo los nombres de los periódicos: conceptos vinculados a valores sociales que han quedado reducidos a una pura fachada.

En la sala que cierra el recorrido, encontramos dos piezas que plantean una perspectiva mucho más tranquilizadora. La instalación Por_venir consiste en ocho columnas de hormigón, cada una con una letra de la palabra «porvenir» inscrita, de las que surgen unos hierros que se proyectan hacia lo alto. ¿qué representan, aquello que está por erigir o los escombros de algo que nunca llegó a ser? La artista juega con la dualidad de significados que se le pueden atribuir al elemento portante, así como con la ambigüedad del título según la distribución de sus caracteres, para reflexionar en torno a los futuros posibles. Si continuamos repitiendo el mismo esquema del ayer, nos espera una obra inconclusa, fallida; sin embargo, si utilizamos lo acontecido como base provechosa desde la que ejercitarnos, podremos fabricar el siguiente nivel sobre unos cimientos sólidos. Al igual que El estado de las cosas, Por_venir propone otras formas de imaginar sin perder de vista un pasado no demasiado lejano, pero actualizándolo.

Las columnas son una metáfora de la conexión necesaria entre todo lo que ha ocurrido hasta el momento actual y lo que puede pasar de aquí en adelante. La fuerza está en el ahora y en el poder de los que lo habitamos. Esta oportunidad de generar algo nuevo se traduce en la pieza a través de la posibilidad del visitante de desplazar las columnas. Sólo así, se conseguirá reinventar la base que dará lugar a una estructura resistente. El espectador actúa como vínculo esencial entre los soportes movibles que, al ser arrastrados y alterados de posición, formarán otras palabras. Constituirán ensayos de cambios propuestos por los ciudadanos para crear un escenario con verdadera profundidad.

El mar no como unidad abrumadora, sino como la suma de una multiplicidad de gotas de agua, es el valor que simboliza la obra La marea. En el vídeo observamos como un policía coloca una valla perimetral en el límite que separa el mar de la playa y, a continuación, se marcha. El agente es hombre y blanco, máxima representación del poder. La acción simboliza el hecho de ejercer la autoridad, muchas veces de forma violenta. La valla clavada en la arena comienza poco a poco a abatirse, debido a la insistencia de las olas, hasta que es literalmente engullida por la marea. La pieza es una metáfora absoluta de los movimientos sociales que han aparecido en los últimos años, conocidos como mareas ciudadanas. Este tipo de manifestaciones demuestran su efectividad para hacer presión de una manera pacífica a través de la fuerza de la colectividad. Una sola gota es insignificante, pero unida a otras muchas ostenta el poder.

Siguiendo su inconfundible línea de trabajo crítico y comprometido, Olalla Gómez presenta en esta exposición una lluvia de ideas que reflexionan sobre la política actual con sutileza e ironía. Conceptos como: cambio y permanencia, comunicación y manipulación, repetición y diferencia, corrupción y capacidad colectiva, sobrevuelan toda la muestra calando hondo en la conciencia del espectador que de ninguna manera permanecerá indiferente.

1* KIERKEGAARD, Søren. La repetición. JVE Psique. Argentina, 1997
2* PARDO, José Luis. No digas que fue un juego en El País digital http://cultura.elpais.com/cultura/2014/06/25/babelia/1403713441_823934.html
3* TOMASI DI LAMPEDUSA, Guiusepe. El Gatopardo
4* PARDO, José Luis. Cuerpo sin órganos: El gesto filosófico de Gilles Deleuze. Conferencia

Olalla Gómez es Licenciada en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid. En 2011 Realiza el Máster en Arte, Creación e Investigación por la misma Universidad. Ha sido seleccionada con becas para participar en workshop entre los que destacan los impartidos por Valcárcel Medina, Antoni Muntadas «La metodología del proyecto», Manuel Segade «El cuerpo comisarial» o Luis Jacob «red de valores» en las Jornadas de estudio de la imagen, Centro de Arte Dos de Mayo. Recientemente consigió el primer premio muestra de arte joven de La Rioja y en los encuentros de arte contemporáneo EAC. Ha recibido la beca de ayudas a la creación VEGAP y fue seleccionada en Circuitos de artes plásticas 2013 y en el Simposio Internacional Praxis y contexto del arte contemporáneo. Fórum Eugénio Almeida, Portugal. Sus obras se han podido ver en ferias como, Estampa, fotofever Paris o Summa. En 2015 ha realizado su primera individual «La gota consume la piedra» en la galería Astarté. Destacan sus colectivas como, Artefactos, centro Dados Negros. La isla Utopía, Casa Velázquez, El Barco de Teseo. Sala Amadis, Desapació ausencia como pretexto. Galeria Fran Reus, ECUMENOPOLIS. Metamatic.taf Atenas, Grecia. Está incluida en los archivos de creadores: www.intransit.es/archivo/olalla-gomez/ http://isthisspainarchivo.wordpress.com y www.scan-arte.com/#!olalla-gomez/cbhq
En 2012 entra a formar parte del colectivo de agitación cultural Diógenes 2.0 que realiza acciones utilizando como materia prima excedentes de las instituciones culturales, así como los restos de la cotidianeidad.

Premios y Selecciones: 2015, Finalista Premio Ciutat de Palma Antoni Gelabert de Artes Visuales y Selección premio joven UCM; 2014, Finalista Premio Ciutat de Palma Antoni Gelabert de Artes Visuales, Selección IV FIVA festival Internacional de videoarte, Argentina; Primer Premio Muesta de Arte joven de La Rioja; y Selección XXX Muestra de arte joven de La Rioja; 2013, Premio Adquisición XIII Encuentros de Arte Contemporáneo del MUA; Seleccionada en el XIII Concurso Internacional Encuentros de Arte Contemporáneo EAC, Alicante; Seleccionada en CIRCUITOS de artes plásticas, Madrid; Selección Simposio Internacional Praxis y contexto del arte contemporáneo. Fórum Eugénio Almeida, Portugal; Selección en Café Dossier. Tabacalera, Madrid; y Selección en Entreacto. Galería Moisés Perez de Albeniz; 2012, Beca Propuestas 2012 VEGAP; Selección Certamen Jóvenes creadores, Madrid; Proyecto QR seleccionado, Eraztunez Eraztun, Vitoria; Mención de honor premio OCEMX de fotografía, México; Seleccionada en el II Encontro de Artistas Novos, «Cidade da cultura», Santiago de Compostela; Seleccionada en Premio joven de artes plásticas UCM Madrid; Seleccionada en el Workshop con Antoni Muntadas en el MUSAC, León; y Preselección Premio Purificación García de fotografía; 2011, Seleccionada, Intransit. Plataforma Complutense de Creadores Universitarios; 2010, Selección, Salón de Primavera, Valdepeñas; 2009, Segundo premio, Toshiba arte y tecnología, Madrid; Primer premio, en Premio de Pintura Fundación Valparaíso; 2008, Seleccionada en Premio de Pintura Fundación Valparaíso.

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Imágenes:

Titulo: Al límite País Mundo Razón
Dimensiones: 50 x 70 cm
Técnica: Intervención sobre periódicos
Año: 2014
(detalle Al Límite, Mundo.)

Título: El estado de las cosas
Dimensiones: variables
Técnica: Instalación
Año: 2015
(Detalle El estado de las cosas, urnas de votación, diversos materiales)

Título: La transacción
Técnica: Instalación- net art
Año: 2014
(Detalle La transacción)

Titulo: Por_Venir
Dimensiones: variables.
Técnica: Escultura
Año: 2015
(Detalle Por.Venir, hormigón, acero, cemento)

Título: La Marea
Técnica: video acción
Duración: 3’13»
Monocanal
Año: 2015

 
 
 

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